Cuantos
días convencí a la madrugada y cuantas noches he cruzado los
caminos, cuantas veces te he buscado entre caladas, cuantos
versos, cuantos besos siguen presos, cuantos, dinos.
Las
5 y media cuando el boli grita, cógeme.
La dolce vita se quedó
olvidada en la pared.
No es por volver, mi conciencia ya no es
un crimen, se que las cosas al final salen del revés, pues
bien...
Hoy no es un recital de amor y compasión, ni
de proposiciones para amores que nunca olvidé.
Porque
volar sale barato si pierdes el tren, porque rezar sale muy caro
si no tienes fe.
Y
entre razón y corazón sobra pasión, y es que cada palabra,
dolor, herida escapa del papel,...
Hoy me soy fiel a mi y al
folio en el que escribo, basta de soñar por mi si ya no
despierto contigo.
Y
descolorido el día gris en mi ciudad, basado en el pasado si el
futuro no tiene piedad.
Mi realidad es más mentira que verdad, bajo
un cielo de alquiler que se llama soledad.
Ya
se que tus ojos esconden un laberinto, pero yo soy distinta de
esas locas de atar.
Siempre
crecer y creer que todo puede cambiar, si cada silaba que silba
al alba grita libertad.
Acostumbrados
a las playas sin mar, a las espinas sin rosas, a los juegos que
juega el azar.
Hoy llueve a cantaros y ya no canta el mundo, estoy
a punto de salir del frío al borde del coma profundo.
Y te juro
que esta vez es de verdad, que me subo sobre el folio y fluyo
fuerte cercana al compás, y si te vas vuelvo a perderme entre
caladas, cobrándome caricias prestadas buscando paz.
Sin
disfraz caminando por la faz del azar, no se, ahora ya es tarde
pa volver a empezar, ¿porque?...
Morgan.
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