jueves, 8 de diciembre de 2011





Cuantos días convencí a la madrugada y cuantas noches he cruzado los caminos, cuantas veces te he buscado entre caladas, cuantos versos, cuantos besos siguen presos, cuantos, dinos.

Las 5 y media cuando el boli grita, cógeme.
La dolce vita se quedó olvidada en la pared.
No es por volver, mi conciencia ya no es un crimen, se que las cosas al final salen del revés, pues bien...
Hoy no es un recital de amor y compasión, ni de proposiciones para amores que nunca olvidé.
Porque volar sale barato si pierdes el tren, porque rezar sale muy caro si no tienes fe.
Y entre razón y corazón sobra pasión, y es que cada palabra, dolor, herida escapa del papel,...
Hoy me soy fiel a mi y al folio en el que escribo, basta de soñar por mi si ya no despierto contigo.
Y descolorido el día gris en mi ciudad, basado en el pasado si el futuro no tiene piedad.
Mi realidad es más mentira que verdad, bajo un cielo de alquiler que se llama soledad.
Ya se que tus ojos esconden un laberinto, pero yo soy distinta de esas locas de atar.
Siempre crecer y creer que todo puede cambiar, si cada silaba que silba al alba grita libertad.
Acostumbrados a las playas sin mar, a las espinas sin rosas, a los juegos que juega el azar.
Hoy llueve a cantaros y ya no canta el mundo, estoy a punto de salir del frío al borde del coma profundo.
Y te juro que esta vez es de verdad, que me subo sobre el folio y fluyo fuerte cercana al compás, y si te vas vuelvo a perderme entre caladas, cobrándome caricias prestadas buscando paz.
Sin disfraz caminando por la faz del azar, no se, ahora ya es tarde pa volver a empezar, ¿porque?...


Morgan.


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